El artista sobre esta obra
En la infancia, desechar lo poco interesante y lo intrusivo del reino del juego es pan comido. Un simple agujero de visión formado con las palmas unidas, muy al estilo de la técnica de Rodin para esculpir desde un bloque de mármol, elimina todo lo superfluo.
Nada es incidental para los niños. Cada detalle, cada pequeña observación, tiene el potencial de grabarse en la memoria de por vida. Es la habilidad notable de los niños de centrarse en lo que les cautiva lo que les permite descartar lo innecesario. Simplemente juntando las manos para formar un tubo improvisado, o cerrando completamente el mundo al cubrirse los ojos con las palmas, les permite retirarse a un reino de pura imaginación.
Nada es incidental para los niños. Cada detalle, cada pequeña observación, tiene el potencial de grabarse en la memoria de por vida. Es la habilidad notable de los niños de centrarse en lo que les cautiva lo que les permite descartar lo innecesario. Simplemente juntando las manos para formar un tubo improvisado, o cerrando completamente el mundo al cubrirse los ojos con las palmas, les permite retirarse a un reino de pura imaginación.