El artista sobre esta obra
Dentro de los confines de un simple frasco de tres litros, un pez navega su mundo. El oxígeno es escaso y el espacio es un lujo que el pez apenas puede permitirse. Sin embargo, hay cierta seguridad dentro de estas paredes de vidrio. Afuera, la extensión se despliega de manera ilimitada, y el aire está saturado con oxígeno que da vida. No obstante, aquí, el peligro acecha en forma de anzuelos y redes, un baile peligroso con el destino. La dicotomía es clara: seguridad en el confinamiento o riesgo ilimitado más allá. Es un equilibrio delicado, una elección entre la seguridad y el atractivo de lo desconocido.