El artista sobre esta obra
Esta pintura encapsula un momento esencial de la infancia, una época en la que el hambre de conocimiento y la alegría de explorar permanecen libres de las restricciones de las convenciones adultas.
En el reino de la infancia, si algo proporciona un placer genuino, está completamente permitido disfrutarlo al máximo. Puedes beberlo con gusto, recogerlo a puñados o guardarlo en todos los bolsillos disponibles, llevando contigo un pedazo de esa alegría. Naturalmente, este comportamiento tiende a exasperar a los padres, pues tal exuberancia se considera menos aceptable en el reino de los adultos. Es una pena, realmente.
En el reino de la infancia, si algo proporciona un placer genuino, está completamente permitido disfrutarlo al máximo. Puedes beberlo con gusto, recogerlo a puñados o guardarlo en todos los bolsillos disponibles, llevando contigo un pedazo de esa alegría. Naturalmente, este comportamiento tiende a exasperar a los padres, pues tal exuberancia se considera menos aceptable en el reino de los adultos. Es una pena, realmente.