El artista sobre esta obra
Esta pintura oculta hábilmente la verdadera belleza de las rosas que se extienden justo más allá del borde del lienzo, colocadas tentadoramente arriba. Lo que se nos revela son los robustos tallos y las espinas punzantes, fieles compañeros de estas exquisitas flores. Dos pétalos caídos ofrecen un vistazo del color y tamaño de los capullos ocultos. Es un recordatorio sutil de que los aspectos más intrigantes y bellos suelen residir en el pináculo: en los niveles superiores, plataformas o escalones. A medida que asciendes, espera algunas picaduras de las espinas, un testimonio tangible del deslumbrante atractivo que te espera en la cumbre.