El artista sobre esta obra
Descansando sobre el regazo de la mujer yace una serpiente de tamaño considerable, sin embargo, su actitud emana una aire de tranquilidad. Esta seguridad se extiende al niño, quien percibe a la criatura como segura para tocar. Es un testimonio de la profunda influencia que la compostura de una mujer ejerce sobre sus seres queridos. Esta sencilla verdad cotidiana a menudo nos elude: "Cuando una mujer irradia serenidad y satisfacción dentro de su hogar, se propaga a través de toda la familia, fomentando la paz y la alegría".