El artista sobre esta obra
En esta intrigante obra, un gorrión ocupa el lugar que normalmente se reserva para un noble halcón de caza, posado en la mano del halconero, protegido por un guante robusto contra garras formidables. El pájaro lleva una capucha de cuero ceremonial, una pieza única diseñada para aves de caza que oculta su visión. Surge la pregunta, "¿Es solo un accesorio para Senka, o podría este talentoso gorrión aspirar a rivalizar con los halcones?"