El artista sobre esta obra
La pintura nos sumerge en un momento lleno de determinación y transformación simbólica. Una mujer, sosteniendo su cabello con una mano, se prepara para dar un paso decisivo: cortarlo con las tijeras que sujeta en su otra mano. Esta acción está cargada de metáfora y la imagen de cortar el pasado, expresando el deseo de cambio y un nuevo comienzo.
El artista transmite hábilmente la idea de que las mujeres, deseando un cambio, son capaces de acciones decisivas, a veces tomando decisiones radicales sin demora. Cortar el cabello en este contexto se convierte en un símbolo de tales decisiones, donde un cambio en la apariencia sirve como una manera de comenzar un nuevo capítulo en la vida, con la esperanza de cambios positivos y una mejora en el destino.
El tema de despedirse del pasado y comenzar un nuevo camino impregna toda la obra, invitando al espectador a reflexionar sobre la importancia de las decisiones personales y su impacto en nuestras vidas.
El artista transmite hábilmente la idea de que las mujeres, deseando un cambio, son capaces de acciones decisivas, a veces tomando decisiones radicales sin demora. Cortar el cabello en este contexto se convierte en un símbolo de tales decisiones, donde un cambio en la apariencia sirve como una manera de comenzar un nuevo capítulo en la vida, con la esperanza de cambios positivos y una mejora en el destino.
El tema de despedirse del pasado y comenzar un nuevo camino impregna toda la obra, invitando al espectador a reflexionar sobre la importancia de las decisiones personales y su impacto en nuestras vidas.