Mark Yurkiw
/Nacido en 1954/
Mark Yurkiw comenzó su trayectoria en el mundo de la ciencia, estudiando astrogeofísica, pero pronto descubrió que el arte le ofrecía una forma más intuitiva e imaginativa de explorar el mundo. Atraído por la resolución de problemas mediante la expresión visual, se trasladó al ámbito artístico y fundó Think 3D, un estudio pionero en Manhattan especializado en narrativas escultóricas: transformar ideas en experiencias tridimensionales tangibles.
Durante varias décadas, Yurkiw desarrolló más de 2.000 proyectos para clientes que iban desde museos internacionales y grandes corporaciones hasta celebridades y organizaciones humanitarias. Su trabajo apareció en Vanity Fair, Lancôme, e incluso en la Casa Blanca y las Naciones Unidas. Una de sus obras públicas más reconocidas —una Estatua de la Libertad a tamaño real temblando en una acera— ayudó a la organización New York Cares a recolectar más de un millón de abrigos para personas sin hogar.
Mucho antes de que las impresoras 3D y el diseño inmersivo se volvieran comunes, Yurkiw ya estaba inventando materiales, modelando formas físicas y creando instalaciones que ayudaban a comprender ideas complejas a través del espacio y la materia. Su obra desdibujaba los límites entre ciencia, arte y comunicación.
Después de los atentados del 11 de septiembre, Yurkiw reorientó su trabajo hacia proyectos con impacto educativo, creativo y social. Diseñó una “escuela de una sola aula” alimentada por energía solar para un niño, a través de la Fundación Make-A-Wish, equipada con herramientas 3D que permitían convertir cualquier idea en realidad. Más adelante, creó el “Castillo en el Cielo” para un hospital infantil: un taller imaginativo en la azotea donde los pequeños pacientes podían construir robots, juguetes o cualquier cosa que soñaran, utilizando tabletas, impresoras 3D y bloques electrónicos modulares.
Para Yurkiw, el arte es un camino hacia lo posible, una manera de imaginar futuros que aún no existen - “Si yo creo lo que es posible, tal vez los niños me digan qué es realmente posible.”