El artista sobre esta obra
La pintura muestra una naturaleza muerta austera y provocadora que contrasta los símbolos cristianos tradicionales con la cultura de consumo moderna. Un vaso de cristal lleno de vino tinto oscuro se sitúa sobre una mesa cubierta con coloridos empaques desechados de un Big Mac,
un potente símbolo de la globalización y la cultura de la comida rápida. Sobre el borde del vaso descansa una rebanada de pan negro, tradicionalmente asociado con la simplicidad y el sustento. La obra yuxtapone de manera conmovedora lo sagrado —representado por el pan y el vino, que recuerdan el sacramento cristiano— con lo profano, encarnado por el envoltorio comercial de la comida rápida. Esta composición invita a la reflexión sobre los valores perdurables de la espiritualidad y la naturaleza efímera del consumismo contemporáneo, destacando la tensión entre ambos en la sociedad moderna.
un potente símbolo de la globalización y la cultura de la comida rápida. Sobre el borde del vaso descansa una rebanada de pan negro, tradicionalmente asociado con la simplicidad y el sustento. La obra yuxtapone de manera conmovedora lo sagrado —representado por el pan y el vino, que recuerdan el sacramento cristiano— con lo profano, encarnado por el envoltorio comercial de la comida rápida. Esta composición invita a la reflexión sobre los valores perdurables de la espiritualidad y la naturaleza efímera del consumismo contemporáneo, destacando la tensión entre ambos en la sociedad moderna.