El artista sobre esta obra
La pintura capta un conmovedor tableau de niños reunidos alrededor de una mesa sustancial, absortos en un juego de soldados. Esto contrasta marcadamente con su predecesor, "Soldados del Tercer Mundo 1", donde los niños recrean batallas con soldaditos de hojalata tradicionales que representan guerreros de épocas pasadas.
En esta representación, titulada "Soldados del Tercer Mundo 2", los jóvenes jugadores se sumergen en las personalidades de personajes populares de cómics y películas, encarnando a los guerreros futuristas del mañana. Superman, Batman y Spider-Man comparten el escenario, acompañados por los Transformers y las tortugas ninja adolescentes mutantes, formando una ecléctica asamblea de héroes icónicos.
Sobre la mesa, donde están estacionadas estas figuras vibrantes, los niños orquestan una batalla aérea de gran altura entre un as soviético y un as alemán. La intensidad de su juego contrasta fuertemente con el sobrio trasfondo bajo la mesa. Aquí, un montón de zapatos desgastados, restos del Museo de Auschwitz o Auschwitz-Birkenau, da testimonio solemne de los horrores de la Segunda Guerra Mundial. Este calzado descartado, una vez usado por hombres, mujeres y niños, sirve como un símbolo evocador, encapsulando el terrible apogeo al que han llevado los conflictos del pasado.
En esta representación, titulada "Soldados del Tercer Mundo 2", los jóvenes jugadores se sumergen en las personalidades de personajes populares de cómics y películas, encarnando a los guerreros futuristas del mañana. Superman, Batman y Spider-Man comparten el escenario, acompañados por los Transformers y las tortugas ninja adolescentes mutantes, formando una ecléctica asamblea de héroes icónicos.
Sobre la mesa, donde están estacionadas estas figuras vibrantes, los niños orquestan una batalla aérea de gran altura entre un as soviético y un as alemán. La intensidad de su juego contrasta fuertemente con el sobrio trasfondo bajo la mesa. Aquí, un montón de zapatos desgastados, restos del Museo de Auschwitz o Auschwitz-Birkenau, da testimonio solemne de los horrores de la Segunda Guerra Mundial. Este calzado descartado, una vez usado por hombres, mujeres y niños, sirve como un símbolo evocador, encapsulando el terrible apogeo al que han llevado los conflictos del pasado.