El artista sobre esta obra
En la pintura, vemos a un niño con una mirada abierta y directa. Su rostro, iluminado por una luz suave, refleja la sinceridad e inocencia infantiles. Los ojos del niño transmiten vivacidad y, quizás, reflexión, como si estuviera ponderando su futuro. La bata rosa brillante con patrones añade un sentido de comodidad y calidez doméstica a la imagen.
Este es un retrato de Daniil Astashkin, hijo de Roman Astashkin y nieto de Tamara Astashkin. Su vida cotidiana en el pueblo de Olshanka está llena de dificultades: la escuela en el pueblo más cercano está cerrada, y Daniil camina seis kilómetros de ida y vuelta cada día para recibir educación. En su mirada, puede haber esperanzas y expectativas por la próxima mudanza a la ciudad, donde él y su familia buscarán nuevas oportunidades y una vida mejor.
Este es un retrato de Daniil Astashkin, hijo de Roman Astashkin y nieto de Tamara Astashkin. Su vida cotidiana en el pueblo de Olshanka está llena de dificultades: la escuela en el pueblo más cercano está cerrada, y Daniil camina seis kilómetros de ida y vuelta cada día para recibir educación. En su mirada, puede haber esperanzas y expectativas por la próxima mudanza a la ciudad, donde él y su familia buscarán nuevas oportunidades y una vida mejor.