El artista sobre esta obra
En la pintura "Beso", el artista yuxtapone dos mundos: el amor moderno y la antigua historia de traición. La pareja, absorta en un apasionado beso, está contra el fondo de un grafiti que recrea "El Beso de Judas", un episodio bíblico que marcó el comienzo de los trágicos eventos que llevaron a la crucifixión de Cristo.
Este paralelismo entre el amor apasionado y la traición crea una interpretación de múltiples capas de la obra. Puede servir como un comentario sobre la ambigüedad de las relaciones humanas, la frágil línea entre el amor y la traición, la naturaleza efímera y la inconstancia de los sentimientos.
El grafiti sirve no solo como un recordatorio de que cada acto de amor o traición deja una marca en la historia, sino también de que las pasiones y errores del pasado a menudo resuenan en el presente. La predominante paleta de colores azules otorga una atmósfera de contemplación y melancolía a la pintura.
Este paralelismo entre el amor apasionado y la traición crea una interpretación de múltiples capas de la obra. Puede servir como un comentario sobre la ambigüedad de las relaciones humanas, la frágil línea entre el amor y la traición, la naturaleza efímera y la inconstancia de los sentimientos.
El grafiti sirve no solo como un recordatorio de que cada acto de amor o traición deja una marca en la historia, sino también de que las pasiones y errores del pasado a menudo resuenan en el presente. La predominante paleta de colores azules otorga una atmósfera de contemplación y melancolía a la pintura.