El artista sobre esta obraVolvamos a la esencia. Centrémonos en lo que realmente importa. Buscamos la paz, primero con nosotros mismos, para poder mantener la claridad en todo lo que hacemos y decimos.
El amor verdadero, puro y sincero —aquí representado deliberadamente por un niño— es capaz de vencer todos los males.
El gólem, símbolo de la irracionalidad, del miedo a lo desconocido, del caos… es dominado por el rojo del amor y la plenitud de la figura del niño.
Si actuamos desde el amor y con buenas intenciones, sin duda estamos en el camino correcto…y en ese camino, no hay nada que temer.
El amor verdadero, puro y sincero —aquí representado deliberadamente por un niño— es capaz de vencer todos los males.
El gólem, símbolo de la irracionalidad, del miedo a lo desconocido, del caos… es dominado por el rojo del amor y la plenitud de la figura del niño.
Si actuamos desde el amor y con buenas intenciones, sin duda estamos en el camino correcto…y en ese camino, no hay nada que temer.